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Humanismo Solidario: Ética y Estética.

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Autor: Francisco Morales Lomas (Presidente de la Asociación Internacional Humanismo Solidario, Presidente de la Asociación de Escritores y Críticos de Andalucía AAEC, y Profesor de la Universidad de Málaga)

Humanismo Solidario: Ética y Estética. Del individuo a la sociedad y viceversa. Un recorrido histórico

(Cuarta entrega)

Ética y estética son lo mismo.

WITTGENSTEIN

No siempre se ha contemplado al ser humano como tal a lo largo de la historia de la humanidad. Su concepción propiamente humana podríamos decir que nace en la edad moderna. En épocas históricas anteriores el ser humano vivió durante mucho tiempo con el estigma de los dioses que construían su propia limitación. El politeísmo y sus mitos diversos estudiados, entre otros por Mircea Eliade, nos advertían de que el ser humano no tenía vigencia por sí mismo. No participaba de libertad alguna sino que vivía en una permanente dependencia del politeísmo reinante, cuando no del rey o emperador de turno -que encarnaba las veces del dios al uso- o esclavo de un patricio que actuaba de amo o propietario. El desarrollo de las civilizaciones de la antigüedad tienen plenamente su sentido desde el sistema esclavista socioeconómico pero también religiosamente desde esa esclavitud de pensamiento que representa la dependencia de los dioses. Ni existe el pensamiento (la razón siempre es una razón prestada porque vive de fuera, no nace del propio ser humano, que no es nada) ni existe la libertad para ser (fundamento de cualquier humanismo).

En la cultura homérica es evidente esta visión cercenada. Los actos de los héroes homéricos no nacen de sus acciones porque estas están determinadas por seres ajenos que gobiernan sus vidas. Seres que tienen una mitología creíble y aceptada.

Una época de transición precisa se produce con la aparición del teatro griego. Sin embargo, todavía (sobre todo en Esquilo) el rastro de Homero está presente y los mitos se adentran en la conformación de un ser humano dependiente. Esta sensación de sumisión y falta de libertad se hará presente en menor medida en algunos héroes de Sófocles (por ejemplo en Antígona) o en heroínas del teatro de Eurípides (por ejemplo, en Medea y Electra). En estos últimos casos percibimos ya la cercanía de Sócrates, el primero que se arriesga a introducir al hombre desligado del politeísmo reinante. De hecho Sócrates será un asiduo del teatro de Eurípides. Ese primer encuentro del hombre con el mundo sin la dependencia interna del dios o los dioses al uso genera un primer miedo. Miedo al vacío, a no tener ese hilo conductor con el dios. Sin embargo, todavía Sócrates, Platón o Aristóteles están en una fase de la civilización donde todo son preguntas y existen muy pocas respuestas.

Pocas variantes introduce el monoteísmo. Durante muchos siglos, hasta llegada la edad moderna el dios y su institución en la tierra, la Iglesia, lo ocupan absolutamente todo. El ligero aire de independencia que se adquiere con la filosofía platónica y aristotélica se sumerge de nuevo en las tinieblas de la férula que crea la institución religiosa. El ser humano no es nada, no es nadie porque solo tiene vigencia en Dios. Es Dios quien lo ha creado y rige su destino.

Solo durante el Renacimiento surge el ser humano como individuo. Lo privado adquiere una fuerza determinante -tras el ascenso determinante de la burguesía- y se pasa de una época en la que el centro es Dios a otra en la que el centro va a ser el ser humano en toda su dimensión, pero sobre todo el ser humano que trabaja, el ser humano como animal laborans.

Este nuevo cambio de rumbo se hará más determinante con Rousseau, acaso el eslabón que, en la época moderna, crea el intrusismo de la subjetividad y la rebelión del corazón. Rousseau es el primer teórico de la intimidad. Surge así la dicotomía individuo/sociedad y se descubre la intimidad (vía los escritores románticos) como una de exaltación del yo frente a lo social o lo político. Todo el discurso de Kant se sostiene sobre esta dicotomía. El conocimiento deviene una forma especial de actividad de elaboración del objeto. Las categorías dependen del sujeto, son instrumentos mediante los cuales el sujeto elabora el mundo de los objetos a través de la experiencia. Esta dicotomía está en el origen de lo privado y lo público, de la esfera contemplativa y la esfera activa o de la esfera artística y la esfera social. El hombre durante el romanticismo (salvo casos excepcionales como el de Espronceda, que sintetizaría a mi modo de ver el humanismo solidario en una etapa arcaica) defiende….

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